DEL RENACER.

Muerte del devenir,

nacimiento único

entre todos los nacimientos.

Pérdida que es ausencia,

llegada a la gloria.

Nacer y morir,

uno el que es.

Tomo de lo que hay,

no rechazando.

Muere el devenir,

nacimiento de inexistencia.

Azota con fúria la tormenta,

la paz es aún calma.

Uno es todo

de lo mismo.

No queda huella

de la nada.

Una chispa ¡Thacks!

Un fuego vertiginoso

y el silencio...

un gran estruendo.

Anhelo

que es falta.

Ausencia

que llena el hueco

infinito del vacío.

Cambiante equilibrio,

morir, nacer.

Un impulso,

pausa.

Sin aferrarse a nada,

pués en un instante

lo firme se desmorona,

lo duro se agrieta

y el terrón

se despedaza

como la tierra seca.

Todo y nada.

Entre mis dedos tensos,

se filtra lo inapreensible.

Filtro soy

en este vacio.

Nada que lo es todo,

vivida, adulterada.

Una que existe

aromatizada.

Una que es

realidad distorsionada.

Omm Krixis.