Desde el encierro

Anónimos fantasmas parecemos

barcas a la deriva sin remos

ojos de fulgor apagado por pastillas

loco motor que, gripado, requiere

arreglar su avería.

Todos están de este lado

o lo estarán o lo han estado.

Ríos púpura de la tarde

del corazón que empuja la sangre

cada vez que se contrae y late.

Vistas que no se ven a si mismas.

que sólo ven espejismos,

que fluyen a otro ritmo

que el del resto de la gente.

Calmar la violencia, la desidia,

unos más que otros conscientes.

Vorágine de cinchas y de drogas,

torbellino de mentiras y verdades.

Luz que al fondo luce

que parece un manjar dulce.

Donde habita el desterrado,

aquel a quien dan de lado,

cayendo por el pozo del aterrado

¿Estamos dormidos o despiertos?

¿Somos locura o estamos cuerdos?

¿Qué arco iris refleja

la verdad y la belleza que

hoy está contra las cuerdas?

Ilusión de vivir ¿dónde has ido?

¿Por qué por la esquina has girado?

¿Por qué saliste huyendo

cuando nadie te iba persiguiendo?

Aunque hoy sólo encuentro

desconcierto, caminando solo

en un desierto cuyos márgenes

imaginarios

son frontera para las aves.

Aunque mi alma carece de aliento,

y me invade el desconcierto.

Ahí sigue el cielo, cielo abierto

que en la forma de sus nubes

habla y me dice que es y no cierto.

Abrir los ojos quiero

para correr así el sendero

que me torne a quien fue una vez nacido.

Y hoy maduro, en un ser nuevo.

Vayamos todos juntos

allá donde nadie espera

que da igual como se halle la marea

o que la luna sea nueva o llena.

Sólo la percepción altera

la belleza que, al cambiar

de perspectiva el prisma del ser,

enseña de la luz

toda la gama

la refulgencia plena.

Omm Krixis