Neural.

Insatisfacción sensorial.
Si lo intento, mal, que si no pruebo o dejo de hacer también.
De no arriesgar muero, de jugar… también.
Dolor hipócrita y mal carado el entorno que a mi alrededor veo.
Tristeza y caridad falsa y mal entendida en doquier esté, o vaya.
Lecciones de vida que imparte quién vivir no sabe, es mi muestra de tránsito monótono y burlesco que al ser recorrido desengaña mas de lo que hace por enseñar.
Llorar a la luz de mi escrito, relectura triste siempre a los postres de leer lo que mis manos tan para mi indispensables quieran decir.
¿ Tan lejos están de mi idea de existir, que ellas solas desparraman esta desgarradora verdad que me demuestra que estoy mal?
He de pegarme un tiro para morir con dignidad al menos para los demás?
Tal vez así, les y me demuestre que estoy realmente mal y ni supe ni me pudieron ayudar?
Triste idea se me antoja acabar. Incluso hasta poco original.
Sencillo no ha de ser cuando imbuido en el peor trance de desesperación nunca lo fui capaz de culminar.
Risa me da sentirme escritor, cuando de ser algo no seria mas que un vulgar y simple lector de las ideas que aquí quedan "impregnás" de vaciladas sentimentales así como de chantaje emocional que de llevar a algún lado y si se abre la posibilidad, no serian otra cosa que una vulgar pataleta, reitero sentimental de cuyas causas no hablo por no violar intimidades ni herir ninguna sensibilidad.
Lo cierto al cabo es que de no contar por el resto me he quemado de la mierda que es la realidad.

Causas que de vivir afincado en las prisas o el trabajo tal vez no tuviesen fuerza siquiera para hacerme cavilar pero que en mi posición de ¡para! por la fuerza que si no habré de quebrar, por mala leche del destino, vivo como si una condena me hubieran dictado el día que postrado caí.

Si a mí no me doy el respeto que me merezco mal podré ofrecerlo a los que me sufren… y no escarmiento.

Tristeza melancólica de un romanticismo idiota que de moralidad me sembró, no sin los palos previos suficientes, mi torpe vagar siendo una losa para uno mismo y con mas imperdonable pecado a los que aunque no logren demostrarlo, me quieren.

Es tal desagradable desequilibrio este, es tan arrastrado y hundido modo de andar que me borra la memoria de las agradables cosas que la vida me pudiera dar.

Solo la narcosis estúpida, pendenciera y deseosa de esclavos sin ganas de vivir parece ser una ( al menos ) salida analgésica para el mal vivir que me ocupa.

Puedo a veces preguntarme, si no me importa hallar la parca al menos que esta llegue sin dolor, anestesiado con los músculos blandos… y por lo menos creando.

¿ me compensa la dependencia que como mínimo me concede de momento la energía que preciso para crear?


Pues ahí estoy, hilvanando esta pregunta que me hace lo que de mis dedos acaba de nacer, enrollando el hilo de lo que quisiera fuera verdad; De modo que me voy a tomar el tiempo de releer y pensar, que parece que tengo mucho en que trabajar.



Om Krixis.