lunes, mayo 29, 2006

Grito.




De vergüenza debería caérsenos la cara.

El frenético ritmo de vida que llevamos, así como la injusticia a voces de manipulada información, que aunque distorsionada se muestra, es capaz de "Al que lea entre líneas y con objetividad" mostrar la realidad espantosa del daño que nos hacemos y del inhumano dejar morir.
La verdad no es susceptible de desaparecer es la única y esencial posición.
Abocados estamos a la soledad frente a la pantalla.
Mutilada la razón está.
- No des muchas voces, si gritas: que sea bajito, no se despierten los niños que habitan al "lao".-
Bloqueo generacional que detiene las corrientes de rebeldía y lucha por la justicia a golpe de mentiras, cinismo, patada en la puerta y coerción.
Sembrada de miedos vive la sociedad, la tierra, la comunicación…
Debería caérsenos de la vergüenza la cara.
La participación consciente unas veces e inconsciente otras en esta terrible complicidad social que nos toca vivir me hace sacar a la boca el contenido del estómago en una arcada existencial que revuelve mi espiritualidad.
Me he dado cuenta al correr del tiempo, que no va a venir nadie de ahí afuera que por puro, por auténtico y libre, pueda mirarme a la cara con los ojos limpios, sin sentir en su conciencia el mismo vergonzoso arrepentimiento que a mi ente embarga. Mirar a su cara y poder como en el mas hermoso libro poder leer, y ver, esclarecer así las dudas y como un sabio… saber.
No existe ese alguien ante quien pueda arrepentirme de este tan gran sentimiento de culpa que me inunda, ya que todos cuantos hasta hoy he visto han de sentir también esta mi misma desazón.
Debiéramos reconocernos carentes de miedos, al mismo tiempo todos y sinceramente arrepentidos.
No hay penitencia, el castigo mas doloroso y real es lo que hoy nos acaece, es este vivir participes y mudos, conformistas, egoístas, herrados y callados haciendo aun mas grande esta conjura que va dirigida contra las mujeres y hombres en lugar de velar por su bien y favor.
Cultura es esta, ególatra, de hombres impuros que hacemos cada vez mayor la injusticia en pos de unos "muy pocos" que en creyéndose privilegiados se pasan por el forro al resto de sus iguales, abocando a su propia raza al mas absurdo y veloz final de toda la larga y paciente historia de esta redonda y azul piedra empeñada en no dejar de girar alrededor del padre Sol.
No es el arrepentimiento al que me refiero como el que las religiones imponen, sino la fortuna de vivir la verdadera paz que produce el saber que los mas importantes, somos uno y cuantos nos rodean, así como el espacio mas inmediato que es el que momento tras momento conforma nuestra realidad única mas inmediata, ese entorno irrepetible que transitamos y que configura el auténtico presente.
Al llegar ese día, cuando nos embargue la autenticidad y nos bañemos en sinceridad, cuando no comulguemos con la anestesia de las ridículas normas sociales impuestas por este falso sistema, cuando decidamos con "individualidad global" todo tal como lo conocemos, se parará.
Tendremos así de verdad el poder, no pueden hacer nada si les negamos la participación individual., esa es la fuerza de nuestra unidad.
Velaremos por la vida nuestra y de los demás, tocará pedir perdón por lo que por el maldito dinero hemos sido capaces de hacer.
Llegará el momento de hermanar.

Un cambio genético requiere procesos largos para los cuales es evidente ahora no tenemos tiempo ya.
Fagocitamos la tierra a tan frenético ritmo que los científicos no nos lo pueden ocultar, mas bien comienzan a hacer cálculos y a avisar.
O manualmente movemos los humanos las piezas de nuestra carga genética para sobrevivir a los cambios que nuestra hipocresía y colaboración puede provocar ( y queda demostrado que esos cambios están sucediendo ya a lo largo de todo el globo) para disponer de una nueva vía de supervivencia, tal vez algún órgano adaptado a las nuevas condiciones, como unas renovadas branquias, piel inmune a la radiación o pulmones mutantes capaces de soportar otra diferente enrrarecida atmósfera, o mas fácil, efectivo y rápido: el cambio que haya de producirse habrá de ser de punto de vista, un cambio de percepción cerebral… un darse cuenta al fin todos y a la vez.
Si ocurre, no hemos de sentir pudor ni hay nada que temer, todo cambiará nada volverá a ser igual y no será este el fin, sino el principio.
Si somos capaces de ver con el mas sincero amor, si damos valor a la voz interior, sabia por naturaleza y evolución, nuestra compasión será la herramienta para ofrecer a la belleza y el amor lo correcto ,lo conveniente y necesario ,el inevitable paso que inteligentemente se ha de dar, lo mejor y mas hermoso que esta, mi raza, desinteresadamente a la vida podrá dar.
Que así sea.
Seamos capaces de evolucionar sin cagarla.
Amén.
Om Krixis.
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